- 1 cabeza de ajo
- 300 grs de costilla de cerdo
- 3 cortadas de panceta
- 2 morcillas
- 1 patata
- 1 tomate
- 1 vaso de arroz ( según comensales)
- 1 litro de caldo de cocido( al ser posible casero)
- 1 cucharada de pimentón
- aceite
- sal
Preparación :
En primer lugar, hay que poner el caldo a calentar, yo normalmente uso el caldo del cocido, pero si no tenemos, se puede usar el preparado, se ajusta de sal y se pone un poco de azafrán.
Salamos la costilla , la panceta y se pone a freír junto con la cabeza de ajo.Cuando la carne este dorada, se retira y se introduce en una cazuela de barro,seguidamente en la misma sarten que se frió la carne se ponen las morcillas previamente pinchadas ( no es necesario que se frían ), a continuación cogemos la patata que previamente hemos pelado y echo rodajas, la salamos y la freímos en el mismo aceite, se añaden a la cazuela de barro, se añaden los garbanzos( también pueden ser de bote).
En el aceite sobrante de freír los ingredientes, ponemos el arroz y le añadimos el pimentón, se remueve seguidamente para que no se pegue y cuando tenga un poco de color se añade a la cazuela.
Se corta el tomate por la mitad y luego en cuatro y se añaden a la cazuela, seguidamente se añade el caldo que ya estará hirviendo( 2 vasos de caldo por cada 1 de arroz), aunque seguramente necesites añadir un poco.
Se introduce 20 minutos al horno( previamente pre-calentado a 220º, debe quedar totalmente seco sin pizca de caldo, se saca y se deja reposar 5 minutos tapado con papel de periodico.
Degustación
Al igual que la paella, en muchas familias es costumbre comer el arroz al horno directamente de la cazuela; dicen que sabe mejor. No sé si es una cuestión psicológica, pero es cierto que parece que se pierde algo en el camino hacia el plato, así que si estáis en confianza, os recomiendo tomarlo así.
